Entre los años 1926 y 1934 fueron descubiertas por el Dr. Edward Bach. Bach fue médico y homeópata, en sus estudios encontró treinta y ocho flores silvestres de Gales, con propiedades curativas. Aquí nació la Terapia Floral de Bach, siendo esta una gran contribución a las propiedades curativas de las flores.
En 1936, con 50 años deja de existir físicamente Bach, después de haber dedicado sus últimos años de vida a dejarnos un sistema de curación práctico y sencillo.
Bach planteaba que las enfermedades físicas comenzaban con trastornos emocionales; y que si estos permanecían por mucho tiempo, aparecían patologías físicas. Al solucionar el trastorno emocional la enfermedad física comienza a desaparecer.
Paulatinamente la Terapia Floral ha ido creciendo y en la década del setenta la Organización Mundial de la Salud la reconoce como una terapia.
De las treinta y ocho flores silvestres que encontró Bach con propiedades curativas, creo las treinta y ocho esencias florales originales, hoy existen más de tres mil, pues la mayoría de los países cuentan con elaboradores propios, que investigan la flora local.